Cada sábado por la mañana, se establece en la plaza cívica de Quillón la feria campesina donde se comercializa todo tipo de frutas, verduras, hortalizas y productos agrícolas, entre otras cosas. Para efectos de logística y fácil desplazamiento de los peatones, se efectúa un corte de calles en las vías adyacentes a la plaza (marcado en rojo, en la figura 1). Este corte obliga a redirigir el tránsito de la siguiente forma:
Dicho corte aplica también para la realización de algunos eventos, recurrentemente, con ciertas variaciones que no afectan en gran medida el funcionamiento general de la comuna. No obstante, para los vecinos que se ubican en la sección naranja de este mapa, cada evento significa lidiar con decenas de vehículos estacionados en los costados de la vía, a veces, inclusive sobre la vereda, con los peligros de desplazamiento que esto implica.
Lo llamativo de esta calle, sin embargo, no es el hecho que llegue directamente a la plaza cívica de Quillón, donde se ubican además un hotel, una iglesia, múltiples locales comerciales, una comisaría y la Ilustre Municipalidad; pese a que se encuentra en lo que a ojos del turista es el corazón de la comuna, se trata de un tramo sin pavimentar.
La falta de pavimento trae consigo una serie de desventajas frente a la vía pavimentada o asfaltada; ruidos molestos, polvo en temporada seca, barro en temporada lluviosa, contaminación por material particulado en suspensión, peligros de colisiones o accidentes en el desplazamiento peatonal y vehicular (sobre todo los días de feria y eventos).
Carteles en las rejas
Al transitar por calle Carrera, en el tramo destacado naranja en la Figura 1, se puede encontrar una hilera de viviendas cuyos dueños, con el objetivo de llamar la atención de la casa alcaldicia, han colocado carteles para llamar la atención. A vista y paciencia de transeúntes, conductores y turistas, los papeles y cartones presentan mensajes tales como «No somos el patio trasero de Quillón», «Somos urbanos, queremos una calle pavimentada», «Somos parte del casco histórico» y «No más matapolvo, es tóxico para la salud», entre otros.
Nos acercamos a estas casas para pedir a los afectados que nos cuenten sus historias. Pese a que se muestran abiertas a conversar sobre el tema, nos piden mantener sus nombres en secreto, dado que temen que el hecho de dar sus testimonios de forma pública pueda afectar aún más su calidad de vida.
La vecina de iniciales R.Q., perteneciente al grupo etario de la tercera edad, comenta respecto a los carteles pegados en su reja: “nosotros llevamos 19 años aquí. Desde ahí se empezó a luchar enviando cartas. Y nada, ningún alcalde. Nada, nada. No creo que nadie haga nada, esto va a quedar así hasta que uno muera (…). Durante el verano se pavimentaron unos callejones subiendo por Juan Paulino Flores, en dirección a la laguna, pero por acá, nada. Y aquí debiese ser una calle principal, ¿cierto? Aquí está la iglesia, está la plaza, está todo cerca. Durante el verano no se puede abrir las ventanas, hay que mantenerlas cerradas, porque sobre todo los sábados cierran y hacen actividades y se hace tierra aquí. Sea como sea que se cierre, todos tienen que pasar por esta calle. En invierno se hacen los hoyos y en verano le echan matapolvos, pero ya no queremos más de eso porque es tóxico”.
Para la vecina de iniciales A.M.E. la situación es aún más compleja, pues además de lidiar con las condiciones que también afectan a sus vecinos, ella se encuentra al cuidado de una persona con afecciones físicas que requieren un ambiente libre de material particulado en suspensión: «Yo hace 4 años que estoy acá, pero los vecinos dicen que son años y años que están esperando, que se han enviado cartas a la alcaldía cuando estaba el alcalde anterior, se había tratado mucho el tema, pero no pasa nada todavía. Por eso es que nos arriesgamos y pusimos los carteles, algo debe resultar en ello, esperemos (…). No entiendo por qué toman de prioridad otras calles y esta queda ahí. Causa mucha molestia en realidad. Mis cortinas están todas manchadas con el polvo, mis rosas se han quemado, las plantas sufren con el matapolvo (…). En mi casa yo tengo una hermana que tiene problemas de asma, vive con un solo pulmón, está subsistiendo, entonces más encima con este problema. Y además yo trato de mantener bonito aquí afuera también porque pura tierra no más igual es desagradable, pero no hay cambios».
Además de esta calle en particular, y al igual que en todas las ciudades, hay calles que pese a resultar lógicamente importantes para el quehacer de sus habitantes, por alguna razón no han sido pavimentadas. Otro ejemplo que podemos destacar en la comuna es una de las calles adyacentes al nuevo Cesfam de Quillón, recientemente inaugurado.
Nos comunicamos con la Ilustre Municipalidad de Quillón con el objetivo de dar a conocer los testimonios que conforman esta nota y de entregar una respuesta a los vecinos. Pese a no recibir una declaración formal de la autoridad alcaldicia al cierre de esta edición, desde el Departamento de Comunicaciones aseguran que se analizará el asunto para dar respuesta a los vecinos del sector.
Texto y Fotografía: Fabián Rodríguez
frodriguez@thepenquist.com