Durante la tarde del pasado miércoles 25 de septiembre, se llevó a cabo la ceremonia de cierre y certificación del “Laboratorio Letras en Acción”, instancia que tuvo como objetivo fomentar la adquisición de herramientas teóricas y prácticas, que permitieran a escritores iniciales o en formación incidir con sus trabajos en la literatura, en las dinámicas creativas y los procesos informativos de la sociedad, a través de la creación literaria, el libro y la lectura. La actividad se realizó en el salón Claudio Arrau del Teatro Municipal de Chillán.

El laboratorio fue organizado por la Mesa Regional Intersectorial de Lectoescritura Creativa, conformada por la Sociedad de Escritores de Chile, filial Ñuble, en conjunto con la Seremi de las Culturas, las Artes y el Patrimonio de Ñuble, la Escuela Artística Claudio Arrau, la Universidad de Concepción y la Universidad del Bío-Bío.

Tatiana Vidal, directora de la Escuela Artística Claudio Arrau León, comentó: “Estamos muy contentos y muy entusiasmados de seguir con este trabajo de la lectoescritura. Es la primera vez que se realiza en conjunto con otras instituciones, como la Universidad de Concepción, la Universidad del Bío-Bío, y, por supuesto, con el gran apoyo de la Seremi de las Culturas en la Región de Ñuble. También estamos muy contentos por el gran interés de tantos participantes que estuvieron en cada uno de los módulos, y creemos que este es un trabajo que debemos continuar, dado el gran aporte que esto significará para nuestras nuevas generaciones a través de la educación en nuestra Región de Ñuble”.

La instancia formativa, que tuvo una duración de 4 meses y se llevó a cabo en distintas locaciones, fue ejecutada por destacados académicos y profesores del área del lenguaje y la literatura, miembros de las distintas instituciones organizadoras. Scarlet Hidalgo Jara, Seremi de las Culturas, las Artes y el Patrimonio de la Región de Ñuble, comentó: “Es una iniciativa regional. Estamos contentos por los más de 40 estudiantes o personas que se inscribieron para participar. Más de 20 de ellos participaron de manera frecuente durante los más de cuatro meses que duraron los ocho módulos de este laboratorio. En realidad, reconocemos que el libro o la lectura es una de las primeras herramientas de imaginación que tenemos desde muy pequeños, desde que leemos el primer cuento. Es una herramienta de creación que finalmente nos ayuda a lo largo de la vida a desenvolvernos en los espacios laborales, sociales e incluso en la resolución de conflictos”.

Además de la formación, las creaciones de los 22 alumnos que obtuvieron su certificado en la ceremonia serán parte de una antología que será editada e impresa. Cabe destacar que es la primera vez que se realiza una instancia formativa de este tipo, y, según la representante de la cartera de las Culturas, “vamos a hacer esfuerzos desde la Seremi en la Región para que esto se vuelva permanente. Es, de alguna manera, un punto de partida para dar espacio, probablemente, a esos escritores que tienen la capacidad de crear pero no de editar o producir un libro completo, con todos los costos que ello implica. También es una puerta o ventana para su propio reto, para animarlos a seguir escribiendo, y que otros, además de ellos mismos, puedan leerlos”.

Yanet Inostroza Orellana, masoterapeuta y poeta de oficio, tuvo la tarea de representar a sus compañeros con algunas palabras de cierre en la ceremonia. Comentó que participó motivada por la necesidad de compartir con otras personas que también sienten pasión por la escritura y querían animarse a compartir lo que hacen, “porque normalmente el oficio del escritor es bastante solitario, como el arte en general. Cuando trabajas fuera de un colectivo, sientes que no hay más gente haciendo lo mismo, pero hay muchas personas involucradas en ámbitos creativos, como la literatura y la pintura. Así que estoy muy feliz de haber llegado al día de la certificación. Y esperamos volver a vernos en la próxima ronda del laboratorio”.

Consultada sobre la importancia de este tipo de actividades y sobre la incidencia de las nuevas tecnologías en el ámbito de la escritura creativa, comentó: “La inteligencia artificial llega como un desafío para retomar el origen: volver a escribir con lápiz y papel, dejar los ordenadores y las pantallas, y conectar la mano con el alma. Que la lectura en grupo sea, en el fondo, una ratificación de lo que nos une: la expresión humana, la expresión de un sentimiento que es universal y que nos toca a quienes nos gusta escribir y traducir esas emociones. En definitiva, la inteligencia artificial no es la respuesta a esta necesidad de escuchar, de mirar, de compartir la crítica solidaria entre colegas y de encontrarse con otras personas que están escribiendo o leyendo textos de escritores consagrados. Creo que es un reto retomar el origen y la esencia de la escritura”.

Además, para finalizar, comentó que uno de los grandes desafíos del oficio del escritor es precisamente que existan más instancias de publicación: “Ediciones más accesibles que se puedan realizar con mayor frecuencia, tal vez boletines o revistas de poesía afines, para que no sea tan complejo publicar lo que se escribe”.

Texto y fotografía: Fabián Rodríguez R.

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