Consultamos a tres excandidatos por las motivaciones personales que los llevaron a pelear un escaño en la Convención Constituyente. Pese a las diferencias, los une su primera participación en elecciones, desde la vereda independiente.
Sin duda alguna, las elecciones de los días 15 y 16 de mayo del presente año no dejaron a nadie ajeno. Independientemente de las cifras de participación -ampliamente criticadas-, el fondo de las elecciones y su posterior resultado han sido temas de amplia discusión pública.
Tituladas por algunos medios como “megaelecciones”, debido a que su función principal fue la elección de alcaldes, gobernadores regionales y convencionales constituyentes, hoy la agenda política es la secuela de estos comicios.
Desde lo más local a lo más global, dichas votaciones comprenden la base del gobierno comunal -alcaldes-, de administración superior regional -gobernadores regionales- y de reestructuración constituyente -convencionales constituyentes-, siendo así mucho más que una instancia cívica común. En estas fechas se sentaron las bases de lo que será una nueva etapa democrática en la historia de Chile.
La atención de las pautas mediáticas durante los sufragios se centró más que nada en la elección de los convencionales que serán parte de la Convención Constitucional que se votó en el Plebiscito Nacional 2020, donde se decidió cambiar la Carta Fundamental. Dicho órgano será el encargado de redactar una nueva Constitución Política de la República, nada más ni nada menos.
De entre la gran variedad de temas anexos que fueron trending durante estos días, la proporción de electos que llenarían los cupos de la mesa constituyente acaparó gran parte de la atención, precisamente por lo contenido en el artículo 133 de la Constitución actual:
Constitución Política de Chile
Artículo 133. Del funcionamiento de la Convención(…) En su primera sesión, la Convención deberá elegir a un Presidente y a un Vicepresidente por mayoría absoluta de sus miembros en ejercicio.
La Convención deberá aprobar las normas y el reglamento de votación de las mismas por un quórum de dos tercios de sus miembros en ejercicio.
La Convención no podrá alterar los quórum ni procedimientos para su funcionamiento y para la adopción de acuerdos.
La Convención deberá constituir una secretaría técnica, la que será conformada por personas de comprobada idoneidad académica o profesional.
Corresponderá al Presidente de la República, o a los órganos que éste determine, prestar el apoyo técnico, administrativo y financiero que sea necesario para la instalación y funcionamiento de la Convención.
Link oficial aquí
El fenómeno de los tercios obligó a los bloques de izquierda y derecha, oposición y gobierno, a enfrentar el desafío de ganar al menos un 66% de los votos, es decir, dos tercios, para lograr una mayoría ideológica dentro de la instancia.
De los 155 escaños, un 96,66% de las mesas escrutadas confirmó que la lista Vamos por Chile (gobierno) obtiene (37); Apruebo Dignidad (28) se alzó como tercera mayoría; le sigue la Lista del Apruebo (25), Pueblos originarios (17) y finalmente, el segmento Independientes se alzó por sobre el resto, con (48) escaños.
Siendo la primera lista enunciada la única representante del gobierno de turno, es evidente que el bloque opositor en conjunto se quedó con los dos tercios requeridos para aprobar o rechazar la viva letra de la Constitución.
El hecho que la lista de independientes encabece el resultado de las votaciones no es por mera coincidencia, se trata de un fenómeno que demuestra una vez más la enorme disconformidad que existe en el país respecto a la política en amplio espectro.
Polémica tras polémica, los partidos políticos fueron sepultando su reputación y perdiendo cada vez más la cercanía con la mayoría popular. Refugiados siempre en sus minorías ideológicas, de pronto se vieron rodeados de “independientes”, hasta el punto de tener que empujar a algunos de sus militantes a ser pseudo-independientes para poder participar de los comicios y rescatar así más votos que siendo abiertamente abanderados.
Los candidatos independientes, por su parte, también tuvieron sus propias razones para postularse como candidatos. En este contexto, consultamos a tres excandidatos a constituyentes del Distrito 20 por las razones que los llevaron a lanzarse a una carrera política.
El periodista Eduardo Pacheco, excandidato independiente parte de la lista YQ de Apruebo Dignidad, que logró un cupo gracias a Revolución Democrática, comenta lo siguiente:
– Me dediqué en mi vida profesional como periodista, en medios de comunicación, en el sector público como asesor comunicacional, pero nunca había estado ligado a una actividad política, propiamente tal. Tampoco había postulado a ningún cargo de representación popular. Entonces, esto tampoco fue al azar. Viene por lo que pasó luego del 18 de octubre de 2019, cuando se produce el proceso de movilización popular de nuestro país, que termina el 15 de noviembre con un acuerdo que significó abrir la puerta al cambio de una nueva Constitución. Ese momento fue importante en el sentido que sentí que teníamos que contribuir, no solamente yo, sino muchos más chilenos que teníamos que participar en un proceso de cambio profundo que hace muchos años se había dicho que debía ser por medio de una nueva constitución, es decir, cambios estructurales que necesitaba el país. Es algo que no se había desarrollado como nosotros habríamos esperado. Hubo algunos intentos, incluso, en el gobierno de la presidenta Michelle Bachelet, pero ese proceso terminó estancado. Había muchos que, al igual que yo, esperábamos que este proceso fuera lo más cercano a una asamblea constituyente. En definitiva, que se devolviera al pueblo su poder soberano. Sabemos que nuestra actual Constitución fue desarrollada en dictadura y con una serie de amarres que llevaron a una situación social que la gente ha cuestionado en las calles de forma multitudinaria durante mucho tiempo.
Pacheco añade que durante el periodo de movilizaciones de 2019 se agrupó con otros independientes que buscaban sacar adelante, primero que todo, la victoria del “Apruebo”. Con diferencias de opinión en algunos asuntos, pero unidos por el mismo objetivo. Es así como termina siendo vocero de “Biobío Aprueba”, para más tarde recibir el apoyo de Frente Amplio y Revolución Democrática, que en definitiva ceden un cupo para su candidatura, pero respetando su posición como independiente.
– Una pregunta respecto al cupo que te entrega RD, ¿esto fue porque el partido se quedó sin candidatos o porque adrede deciden acoger a un candidato independiente?
– Es un buen tema el que planteas y para explicarlo necesito volver un poco atrás, al trabajo que estuvimos haciendo por el Apruebo. Ahí se planteó que los independientes teníamos que tener un papel fundamental en este proceso, frente a los partidos políticos que están en crisis. Siempre sostuve que había que tener listas de independientes. Entonces estuvimos emplazando a los parlamentarios para que pasara esto y, finalmente, pasó. Y también emplazamos a los partidos políticos para que entregaran espacio a los independientes. Entonces creo que fue un objetivo que se logró. Fue muy positivo. Fue una presión que ejerció el mundo independiente, de otros actores que queríamos participar de este proceso histórico a través de dos cosas: crear listas de independientes (que fueron muy exitosas) y también posicionar independientes dentro de las listas de partidos tradicionales o no tan tradicionales también, partidos nuevos como Frente Amplio. Fue un buen ejercicio el que hizo FA que privilegió al mundo independiente dentro de sus cupos a la Convención Constituyente.
Ana María Cavalerie, comunicadora social, editora y fotógrafa, excandidata independiente parte de la lista I, Independientes del Biobío por una Nueva Constitución (D20), cuenta que su candidatura nace desde una inquietud social ligada a la defensa de la ciudad, sobre todo gracias a la agrupación ciudadana Barrio Oriente. Comenta que luego de volver a la ciudad en 2018 “me encontré con vecinos que llevaban cuatro décadas viviendo en el mismo barrio, que llevaban dos o tres generaciones en el mismo barrio, en la misma casa, y de repente esa casa desaparecía para dar lugar a un edificio de 20 pisos. Me empecé a encontrar con adultos mayores desorientados porque no estaban reconociendo su barrio. Ahí yo puse atención. Me di cuenta que uno no puede bajar la guardia”.
– ¿Cómo decidiste ser candidata?
– Yo vengo trabajando en el tema de la defensa de la ciudad hace 7 años y de alguna manera comprendí que si no participaba de los procesos de cambio era muy poco lo que se lograría. Y como mis compañeros estaban asumiendo otras candidaturas, entendí que no había que competir todos en el mismo saco. Entonces me llamaron del Centro Cultural Seamos Más y allí yo dije que aceptaba la responsabilidad de ser una representante del mundo social, de la organización civil, que es de donde nació mi candidatura.
El tema del derecho a la ciudad y las ciudades democráticas son dos temas que son tremendamente relevantes, que con el tiempo la gente comenzó a entender así. Y se me reconoció de alguna forma como una ciudadana activa, participante, y que de alguna forma se me tenía que apoyar. En Barrio Oriente también me estuvieron apoyando con algunas cosas, difusión de mis publicaciones, etc. Por ahí va más o menos la cosa.
Mientras tanto, la excandidata y ahora Constituyente Amaya Alvez, Doctora en Derecho y académica del área, compañera de Eduardo Pacheco en la lista YQ Apruebo Dignidad, narra que su motivación nace plenamente de su carrera profesional:
– Hace 24 años soy profesora de derecho constitucional y derechos fundamentales en la Universidad de Concepción, de la cual hoy soy profesora titular. Este trabajo académico ha tenido como uno de sus ejes la discusión acerca de una nueva Constitución. Por ello, una vez que la movilización ciudadana dio lugar a este proceso constituyente, muchas personas se me acercaron para proponerme ser candidata. Entre ellas, la Directiva Regional de RD en el Biobío, partido en el cual estaba afiliada, sin ser una militante activa, colaborando en algunas instancias.
Su motivación principal, comenta, fue contribuir al proceso histórico con una mirada regionalista, feminista y consciente de las diversidades culturales, políticas y sociales que hacen de Chile una comunidad que necesita reconstruir su forma política para abordar las grandes demandas que reclama la ciudadanía y escuchar a quienes han sido históricamente marginados de las decisiones políticas y sociales.
Pese a que sólo Amaya logró el ansiado escaño en la Convención Constitucional que sesionó por primera vez el pasado 04 de julio del presente año, los tres consultados coinciden en que esta fue su primera experiencia en política, como es el caso de gran parte de los candidatos que se presentaron en los comicios de mayo. Este hecho confirma que el esperado recambio de la política tuvo un importante avance. No obstante, debido justamente a la poca experiencia en este campo de acción, muchos candidatos debieron luchar contra sus propias expectativas.
Pacheco comenta que obtuvo 2398 votos, con votaciones concentradas en Talcahuano, Hualpén y San Pedro de la Paz: “Aunque la pandemia nos limitó muchísimo el tema del desplazamiento. Es una buena cantidad de personas las que confiaron y creyeron en nuestra propuesta. Esta fue una candidatura que surgió plenamente desde el mundo ciudadano”, enfatiza.
Consultado respecto a la cantidad de votos obtenidos, el periodista declara que “por supuesto que me siento orgulloso. Porque es un voto honesto. La mayoría de la gente de esa votación es gente que me conoció y conoció las propuestas. Es lo que me llena de orgullo de esto. Confiaron en mí. También después de la votación ha habido gente que me ha llamado y me dice <<oiga, sé que usted no me conoce, pero yo lo vi, conocí sus propuestas y voté por usted, así que siga vinculado al tema constituyente, no se desaparezca, no se pierda>>. Eso es súper bueno”.
Mientras la multifacética Ana María Cavalerie, que obtuvo 4594 votos en el Distrito 20, asume que sus expectativas eran en realidad bajas porque conocía “la realidad de su lista”:
– La constituyente que salió electa, Tammy Pustilnick, venía hace mucho tiempo haciendo campaña y promoción con INN (Independientes No Neutrales, por el Distrito 20). Pero yo partí muy tarde. Aunque el trabajo de la lista en general fue super bueno. De hecho, todas nuestras votaciones fueron bastante parejas, pero en mi caso me gustó porque la primera meta el día de la votación era superar los patrocinios, que fue lo que se logró. Con mi jefa de campaña nos habíamos propuesto llegar a los 1000 o 1200 votos, porque entendimos que había 8 listas e igual había que ser realista como candidata. O sea, yo tomé esta candidatura (o aventura como le digo yo), porque a mí me interesa promover o instalar temas en la discusión. En este caso, el derecho a la ciudad, el derecho al hábitat y el tema de las ciudades democráticas. Entonces, creo que esto se logró con éxito porque varios de mis colegas, de mis compañeros de lista o incluso de otras listas, comenzaron a hablar del derecho a la ciudad. Para mí eso es un logro.
En cambio, Alvez declara que sí asumió el desafío de hacer una campaña más comprometida para lograr la ansiada plaza en el órgano constituyente:
– Hicimos un gran trabajo de campaña, junto a un equipo joven y muy comprometido, cientos de voluntarios y candidaturas municipales con las cuales trabajamos de forma colectiva en favor de impulsar la participación ciudadana y la representación de los territorios. Creo que ese trabajo constante, innovador y alegre fue fundamental. Teníamos ciertas expectativas de poder quedarnos con un escaño, pero nunca nos imaginamos obtener la primera mayoría con la alta votación que obtuvimos, la cual alcanzó los 18.459 votos.
Esta fue la primera vez en mi vida que fui candidata. Fue una experiencia dura, con aprendizajes, alegrías y complejidades, ya que no es fácil estar expuesta a la luz pública. Creo que a veces no somos conscientes de las complejidades que implica ser un representante público. No es una tarea fácil ni cómoda.
La representante del Distrito 20 en la Convención agrega además que en estas votaciones la ciudadanía castigó a las fuerzas políticas conservadoras y tradicionales. “Los partidos se han visto impugnados transversalmente y emergieron organizaciones de ciudadanos independientes de militancias políticas que lograron generar alta adhesión. Me parece que la Convención será un órgano diverso, que representa en buena medida la riqueza humana de Chile”, expone.
PRESIDENCIALES
Más allá del proceso eleccionario que ya pasó a ser parte de la historia, los excandidatos no electos coinciden en su compromiso con seguir siendo un aporte a la sociedad civil y los movimientos sociales y territoriales que los impulsaron a sus candidaturas, sin tener aún claras sus expectativas respecto a futuras candidaturas. Sólo Cavalerie deslizó un temprano interés por ser parte del Concejo Regional. “No estoy cerrada a ninguna posibilidad”, afirma. Mientras, Amaya Alvez asume su compromiso con el desafío que enfrenta en la instancia constituyente de la que es parte.
La próxima instancia democrática en la agenda política del país son las primarias del 18 de julio, antesala para las elecciones presidenciales que se llevarán a cabo en el mes de noviembre. Los candidatos que se presentarán en esta instancia son, por Chile Vamos, Ignacio Briones (Evopoli), Sebastian Sichel (Independiente), Joaquín Lavín (UDI) y Mario Desbordes (RN). Mientras que desde la oposición los presentantes por el pacto Apruebo Dignidad son Daniel Jadue (PC) y Gabriel Boric.
Consultamos a los tres excandidatos entrevistados por sus preferencias de cara a las Presidenciales y estas fueron sus declaraciones:
“Hay que cumplir con las expectativas de la gente, sobre todo los que han sufrido con este gobierno. En ese sentido, yo sigo vinculado a Apruebo Dignidad, y creo que hay una muy buena proyección con nuestros dos candidatos que van a Primarias. Yo voy por Gabriel Boric, quien creo será un tremendo aporte, un buen liderazgo, que construye y tiene una apertura interesante hacia vastos sectores de la sociedad chilena. Pero también le tengo harto respeto a lo que está haciendo Daniel Jadue, que también está muy bien posicionado según las encuestas gracias a su trabajo en Recoleta, es un personaje que la gente quiere mucho”, reconoce el excandidato Eduardo Pacheco.
Mientas, Ana María Cavalerie es enfática respecto a su postura: “El tema de las Presidenciales me tiene un poco agotada. Siento que ha sido súper burda toda la discusión. Ha habido muchos dimes y diretes, entonces ahí se ha dejado ver la imposibilidad de los partidos de izquierda de velar por el bien mayor. Veo que hay mucha soberbia y muchas actitudes que, la verdad, no me parecen. Siento que hay que bajar un poco el acelerador, pensar con la cabeza fría, con menos pasiones (…) Jadue me gusta cómo es como alcalde, pero no sé si Chile está preparado para tener un presidente comunista, así como tampoco está preparado para tener adelante a un Chicago boy, como Joaquín Lavín. Ambos comparten una misma característica: han sido buenos alcaldes porque tienen muchos recursos. No sé si con la presión de un presidente sería bueno (…) Boric No me gusta nada. Siento que no es el que tiene más carisma para ser presidente. Igual puede que tenga la preparación, pero siento que igual es pesado, como denso”.
Finalmente, la Constituyente Amaya Alvez es abiertamente abanderada por el candidato de Convergencia Social: “Mi candidato es Gabriel Boric. Creo que es un joven parlamentario proveniente de las luchas sociales que han marcado la última década en Chile, como lo fue su rol en el movimiento estudiantil. Al mismo tiempo, valoro su capacidad para llegar a acuerdos y su compromiso con el cambio constitucional que necesitamos, creo que puede representar de buena forma las expectativas de la ciudadanía en un futuro gobierno que deberá implementar una nueva Constitución. Más que hacer predicciones, creo que quienes estamos en roles públicos debemos trabajar arduamente por reivindicar la política y dotar a Chile de un nuevo modelo”.
Texto: Fabián Rodríguez
Frodriguez@thepenquist.com